viernes, 25 de septiembre de 2009

Un minuto de fama por un metro de espesor

Observando como se mueven las masas descubrí que lo hacen siguiendo un patrón común , algo que se convierte en su esencia política actual después de ser su razón para acudir a un callejón, una esquina, cuatro paredes o hasta rastrojos con una tarima en un extremo.

Es interesante pensar en cómo dejas de ser Maribel, Juan , María para convertirte en punkero, metalero, rapero..... la necesidad de pertenecer a un grupo y atinar con caracteristicas que confluyan con los demás nos lleva a pensar que somos nada intrépidos y solo idealistas y creyentes y obesos.

Hace algunos años conocí un termino que no iguala a ninguno en lo que refiere a manejo de rebaños vestidos; proxemia, una palabra que desde su escritura ya conlleva a reflexionar sobre los factores que inciden en el contacto entre humanos, sobre cercanía y sobre manipulación.

Una tarima de un metro de altura equivale a la presentación de personajes sin experiencia, a medida que aumenta la altura aumenta el estatus, donde se ubican los famosos los que no podemos tocar porque no alcanzamos, los que queremos imitar aunque este lejos de nuestras manos. Así que como ya se en que radica el interez por seguir a otras personas no me afano por rastrear y aplicar supuestas lecturas de la realidad cuando a la hora del juicio son imposiciones que dictan las pautas para actuar , evitando la entrada de la diferencia.

(inspirado en El elogio a la dificultad -Estanislao Zuleta)

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